Reggio’s Weblog

Voto para el santo, de Raúl del Pozo en El Mundo

Posted in Política by reggio on 22 febrero, 2008

EL RUIDO DE LA CALLE

Los socialistas lo basan todo en la estampita del líder y la enumeración de los milagros que hizo durante cuatro años. Sacan su cuerpo en procesión de mitin en mitin. Ya que lo de los huesos de las cunetas no les salió bien como marketing, exhiben la cara de montañista y de doncel de José Luis Rodríguez Zapatero, que tiene tipo para hacer de modelo ahora que ya es primavera en El Corte Inglés.

Felipe II, príncipe del Renacimiento, tenía en su alcoba de El Escorial un cuadro de El Bosco, pero ordenaba a sus pintores de cámara que pintaran cristos tenebrosos de bragas ensangrentadas. Se hizo seguir en la procesión hasta Toledo con los huesos de Santa Leocadia, cuando él mismo era ya un cuerpo purulento al que no podían seguir los frailes ni con la boca tapada. El Demonio del Mediodía conocía el fervor de este pueblo frailuno por los fetiches, los huesos, los sudarios, los milagros y los santos.

Esta España descendiente de aquella de ciegos de trova, pedigüeños de gollería, venteras con nalgas de ruedas de torno que se revolcaban con los frailes y los caballeros andantes, ya no espera las reliquias de los santos en procesión, pero sí los milagros del santo maquillado, con las cejas de grial, levemente anticlerical y antiamericano, el San Sebastián de las mariposas, como si el líder transportara los corazones de la militancia. Las estampas son los vídeos de hoy y los rosarios, los mecheros, los llaveros, las camisetas; con toda esa quincalla organizan una metafísica de la fidelidad y de la izquierda. Sacan El jardín de las delicias de la sonrisa y de los ojos inmaculados. Están convencidos de que ZP entrará en el debate de la tele como un cañón porque tiene buena imagen. Me comentan que aunque a Mariano Rajoy le han afeitado los pelos que le salían por el pescuezo y sólo es un poco mayor que Zapatero, en la tele parecerá su padre. La campaña de ambos es presidencialista, cuando sólo queríamos saber si sirven para primeros ministros. Manuel Sánchez, que sigue la caravana, dice que hacen cortos, vídeos urgentes para abuelos y niños. No piden el voto para el PSOE, sino para su faquir.

La izquierda criticó la ciega inclinación ante el carisma del dirigente después de los abusos del culto a la personalidad que radica en la concepción idealista de la Historia, según la cual las conquistas de los demócratas no se determinan por la lucha, sino por el genio de un gran hombre. Hoy no se recurre al gran timonel, sino al fetiche, el estado más arcaico de la piedad. He recibido una edición de Historia del anticlericalismo de Caro Baroja, fascinante, con un Quevedo ateísta y una Maritornes que encarna la Iglesia Católica. Menéndez y Pelayo, que no era precisamente Voltaire, definió la política española como una democracia frailuna.

Nos clavó.

Tagged with:

Deja un comentario