Reggio’s Weblog

La reina transparente, de Ferrer Molina en El Mundo

Posted in Derechos, Política by reggio on 1 noviembre, 2008

DE GOLPE

Las manifestaciones de Doña Sofía no han dejado indiferente a nadie: ni a los monárquicos, ni a los republicanos, ni a ese 60% de españoles a quienes, según las encuestas, la Corona no les hace ni fu ni fa. Esa extraordinaria repercusión no se debe al contenido en sí de las declaraciones, sino a que éstas se centren en asuntos que están vivos, saltando aún en la sartén. Es decir, lo relevante no es que la Reina haya hablado -lo hizo antes en múltiples ocasiones y se han publicado varias biografías-, sino que haya tomado partido. De hecho, el retumbo hubiese sido el mismo si se hubiera pronunciado a favor de los matrimonios gay y de la eutanasia.

Cabe ahora alejarse unos pasos de la humareda y preguntarse dos cosas. ¿Beneficia esta polémica a la institución? Y, segundo: si ante determinadas cuestiones Doña Sofía no ha dicho esta boca es mía en 35 años, ¿por qué ha decidido cambiar de criterio?

Respecto de la primera, parece obvio que la Casa del Rey piensa que no conviene la batahola. De ahí que adujera con nocturnidad y torpeza, cuando la primera edición del libro de Pilar Urbano se desparramaba ya en los estantes de El Corte Inglés, que los entrecomillados de la soberana son inexactos. No tengo claro que La Zarzuela esté en lo cierto. Es probable que los republicanos hayan encontrado argumentos para reafirmarse en su republicanismo, que los realistas acaben encontrando los suyos para afianzar su monarquismo, y que el resto, la mayoría, no vaya a adherirse después de todo a una u otra militancia. Es harto elocuente, en este sentido, que 48 horas después de abierto el debate, el 75% de los internautas de elmundo.es estén a favor de que la Reina opine sobre asuntos de cualquier índole.

Si alguien ha quedado en evidencia ha sido Alberto Aza, el jefe de los mosqueteros. O no se leyó el libro o habiéndolo hecho no calibró el eco de esas páginas. Es amarga, pero inevitable una vez más, la comparación con D’Artagnan Fernández Campo.

Pero -y vamos al segundo interrogante-, ¿por qué se sincera la Reina tras siete lustros de exquisita prudencia, de silencios y de palabras medidas al milímetro? De entrada, no es creíble que Doña Sofía, una profesional del trono, ignorase la trascendencía de lo que hacía. Es probable -sólo probable-, que a estas alturas de su vida haya querido que la conociésemos mejor. Quizás ha considerado que ha llegado el momento de dejar de ser transparente, neutra, casi invisible; desmitificar esa imagen de mujer rigurosa y fría. Tal vez se ha propuesto que sepamos que corre sangre por sus venas. Doña Sofía ha sido y es una reina admirada y respetada, más que querida. Lógico, dado que sólo se puede apreciar a quien se conoce.

Muchos españoles han proclamado durantes estos años su fe juancarlista y acaso sea oportuno que empiecen a asomar los sofistas. Porque seguramente la Reina ha acertado equivocándose. Por fin, nos ha dado razones para quererla o repudiarla.

© Mundinteractivos, S.A.

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Divorcio, de Ferrer Molina en El Mundo

Posted in Economía, Política by reggio on 11 octubre, 2008

DE GOLPE

El tiempo ha acabado descubriendo lo que era un secreto a voces: que la alianza que formalizaron PP y UPN en Pamplona allá por 1991 no se basaba en el amor. Era un matrimonio de conveniencia.

Como en las comedias de televisión tan de moda en España, ésas en las que los cónyuges se reprochan su infelicidad entre un montón de risas grabadas, Miguel Sanz ha empezado a airear a los cuatro vientos sus desavenencias con Rajoy. Excusas. Era una alianza por interés y por interés se rompe. Zapatero es hoy mejor partido para la derecha regionalista navarra.

El gallego aguanta impertérrito. No se da por aludido. Quiere esperar a que se consume la ruptura, que llegará en un par de semanas, cuando UPN se desmarque del PP en la votación de los Presupuestos de Solbes. Rajoy se conforma con que, a ojos de la opinión pública, este divorcio pueda presentarse como fruto de las contradicciones internas de UPN antes que como consecuencia de su propia falta de liderazgo.

Hasta ahora, la estrategia le está funcionando, muestra inequívoca de que el PP ha interiorizado el cambio sociológico experimentado en España en los últimos años y prueba de que el macho ibérico murió el siglo pasado. Ya está asumido que a la infidelidad hay que responder con civismo y espíritu constructivo. A lo más que se arriesga Rajoy es a que le tomen por pánfilo. Nada comparado a si se hubiera dejado llevar por la sangre y hubiera reaccionado de forma airada y vehemente. Se habría retratado entonces como un energúmeno.

Y Sanz, la verdad, le ha echado una mano. Su reputación se resiente, sobre todo después de que José Blanco haya aireado que, mientras el presidente del PP se quedaba esperando en casa, era con él con quien Sanz compartía el tálamo.

Pero el PP no puede darse por burlado. Ha tenido diecisiete años para ajustar las acciones a sus palabras. No lo ha hecho. Es una anomalía que el partido que se presenta como el guardián y la garantía de la unidad del país renuncie a presentar las siglas en uno de sus territorios. Aznar primero, y ahora Rajoy, han tenido ocasión de comprobar todo este tiempo las consecuencias que en política tiene subcontratar la faena. El ejemplo lo tenían enfrente. Pero mientras se regocijaban con las bofetadas que Maragall o Montilla le propinaban al PSOE no imaginaban que a ellos también se les pudiera recetar jarabe de palo en Navarra.

En lo venidero, los populares tendrán que competir en la comunidad foral con sus propios candidatos. A rastras, el PP será aquello de lo que presumía en vano: la única formación con presencia real en toda España; eso sí, al precio de quedar en Navarra fuera del gobierno una larga temporada. Quién sabe. A lo mejor va y este divorcio le sale rentable.

© Mundinteractivos, S.A.

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Convengamos, de Ferrer Molina en El Mundo

Posted in Política by reggio on 15 julio, 2008

DE GOLPE

Hay convenciones que se imponen incluso a la razón. ¿Qué crío no se ha divertido con Mickey Mouse o no espera la visita de Ratoncito Pérez? ¿Quién no ha dibujado un corazón para enlazar su nombre con el de la persona amada? ¿Cuántos no se han enternecido con la suelta de palomas en la celebración de una efeméride? Sin embargo, en la vida real las ratas son repulsivas, las urbanas pululan unos metros más abajo de la habitación de los niños -en las cloacas- y se alimentan de inmundicias. El corazón, mal que nos pese, es una víscera asimétrica y sanguinolenta que pocos se atreverían a sostener en la mano sin sentir arcadas. A la hora de la verdad, las palomas son una plaga en muchas ciudades, pueden portar hasta medio centenar de parásitos -desde garrapatas a sarna- y sus excrementos son capaces de destrozar en pocos años una catedral de varios siglos.

Otra convención que se abrió camino en la Transición es que el nacionalismo es progresista.

El congreso que ha celebrado el partido de Pujol este fin de semana en Barcelona ha venido a dar la razón a quienes dicen que el español no está en peligro. Entre los objetivos que Convergència se ha marcado, negro sobre blanco, están promover «el ejercicio del derecho a decidir del pueblo catalán» y lograr que Cataluña sea «una nación libre y soberana en la Europa del siglo XXI». Como se ve, lo que peligra no es el idioma común, es España misma.

El riesgo no está sólo en que un partido que se intitula moderado, que ha venido jactándose de su papel decisivo en la gobernabilidad del país y que hace cuatro días pactaba un nuevo Estatuto con el presidente del Gobierno sea capaz de proponerse ahora tales retos, ni que quien imprima este giro, Artur Mas, sea premiado con una reelección del 95,23% de la militancia. Hay una mayor amenaza en el hecho de que el 98,53% de los delegados del PSOE hayan secundado hace una semana a Zapatero, que gobierna en Cataluña con el primo de Zumosol de Mas; como la hay también en la circunstancia de que el giro de Rajoy para tender cauces con éste y otros Mas lo apoye el 78,8% de los compromisarios del PP.

De todas formas, si hemos tragado que una rata como Mickey Mouse es encantadora, que un corazón asaeteado es romántico, que la paloma es el símbolo de la paz o que es comprensible que una ilustre militante de Convergència como la esposa de Pujol, la señora Ferrusola, diga públicamente que le molesta «mucho» que el presidente de la Generalitat sea «un andaluz que tiene el nombre en castellano», podemos aceptar mucho más fácilmente que la unidad de España está garantizada y no corre peligro.

Convengámoslo todo, incluso que a los incrédulos no se les llame fascistas.

© Mundinteractivos, S.A.

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La táctica, de Ferrer Molina en El Mundo

Posted in Política by reggio on 24 junio, 2008

DE GOLPE

Rajoy ha cambiado de táctica. Después de cuatro años de zurrarle la badana al Gobierno ahora está decidido a hacer una oposición moderada y constructiva. «Vamos a hacer lo posible para que el Gobierno se equivoque lo menos posible», anunció británicamente en su discurso de clausura del congreso de Valencia. Qué lejos quedan aquellas manifestaciones en las que llamaba «bobo solemne» al presidente o ésas otras en las que le acusaba de «traicionar a los muertos» por negociar con los terroristas.

Rajoy desiste. Ya no quiere derribar a Zapatero. Se ha dado cuenta de que si ha sido incapaz de sacarle de La Moncloa después de que España entera viera a De Juana Chaos pasear del brazo de su novia por San Sebastián, nunca podrá hacerlo ya. Ahora ha decidido sentarse y esperar a que sean los elementos los que tumben a su rival. Ni ETA ni Estatutos. Rajoy ha puesto todas sus esperanzas en la economía. Confía en que la crisis facilite el vuelco electoral. Es una estrategia vaga, que deja el desenlace en manos del mercado y que aplaza los resultados en el tiempo, porque por mal dadas que vengan, serán necesarios meses antes de que los ciudadanos tuerzan las encuestas. Y ni siquiera eso garantiza que los momentos más bajos del Gobierno vayan a coincidir a la postre con una convocatoria electoral.

Por lo demás, la paciencia que Rajoy reivindica es la que suele faltar en tantos y tantos órdenes de la vida. También en política. Las urgencias no permiten por lo general tomarse las cosas con filosofía, y tampoco desandar un camino para aventurarse en otro, a ver qué pasa. En ese zigzagueo, el PP corre además el riesgo de desorientarse.

Ha dicho Rajoy que no se ha producido ningún viraje, que su partido sigue manteniendo los mismos valores y los mismos principios, dando a entender que lo único que cambia a partir de ahora es el modo de defenderlos. Pero ocurre que en política la táctica es el rumbo. La forma como se defienden las ideas marca el resultado final.

En ningún punto del programa del PSOE se dice, por ejemplo, que entre sus objetivos esté conseguir la marginación del castellano en España. Seguro que Zapatero sería sincero si proclamase que jamás ése ha sido uno de sus propósitos. En cambio, es su táctica a la hora de defender la lengua oficial del Estado la que lleva a la situación por todos conocida, y que ayer obligó a una veintena de intelectuales a presentar una manifiesto contra la discriminación lingüística.

La duda que puede corroer hoy a muchos votantes del PP es si, por citar sólo un caso, la marcha de María San Gil de la dirección en el País Vasco tendrá consecuencias más allá de la estrategia, y si no se estarán atropellando principios que hace tres meses consideraban sagrados.

© Mundinteractivos, S.A.

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